En pleno corazón histórico de Córdoba y delante del monumento más visitado anualmente por millones de turistas, aparece el cadáver de una joven alemana. La chica ha sido acuchillada, ha habido un verdadero baño de sangre.
Rafael y su compañero vasco Aitor son los policías encargados del caso, un caso que los trae de cabeza y su solución parece encontrarse en el mundo de las drogas. Eso parece a primera vista, pero en realidad hay mucho más detrás de todo ello...
Para descubrir lo que realmente está sucediendo y poder resolver el caso, hay que adentrarse en el mundo gitano, con sus ritos y costumbres, con sus odios y pasiones. Un mundo diferente que tiene sus propias reglas.
Ambos hombres se encuentran con un agravante: han sido seleccionados para cumplir una misión ambiciosa que los pondrá a prueba a ellos mismos y los hará vencer unas dificultades muy peculiares en su día a día... y además se encuentran cara a cara con sus propios sentimientos.
Una historia apasionante que nos llevará a descubrir un mundo distinto, con una fuerte porción de suspense, amor y pasión.
Macarena Sáez Ruiz nació en Sevilla en diciembre del año 1969.
Desde muy pequeñita le entusiasmaba escribir y se aventuraba con cortas historias, queriendo ser como un escritor que impactó en su vida a muy tierna edad: Gustavo Adolfo Bécquer. Ya de muy niña, se dedicaba a leer las rimas y leyendas de dicho autor y después su mente creaba las historias más variopintas que a veces escribía en su diario.
Viajera incansable, conoce casi cada rincón de España y ha vivido en muchos de ellos, y eso es algo que refleja en sus libros: cada libro cuenta una historia en una ciudad española diferente y en cada uno de ellos es fácil encontrar un encuentro de culturas o mentalidades.
Con los 20 años recién cumplidos se fue a vivir a Alemania por primera vez, donde cursó estudios universitarios y se dedicó a analizar aquella civilización tan diferente. Después ha viajado por otros muchos países europeos para conocer las distintas mentalidades e idiosincrasias. Estudiar y observar a las personas es su gran pasión.
Su profesión ligada a los números y al asesoramiento de empresas, no ha conseguido apagar ese germen creativo que siempre se ha hallado latente en su interior. Continuamente ha mantenido sus sentimientos a flor de piel, hasta que empezó a escribir “en serio”, dice Macarena. Entonces explotó el volcán que había en ella, para “ya nunca más poder dejar de escribir”, según sus palabras.