EDUARDO TORRES Y MANUEL DE FALLA. José Miguel Barberá Soler

La amistad entre Eduardo Torres (Albaida, Valencia, 1872-Sevilla, 1934) y Manuel de Falla (Cádiz, 1876- Alta Gracia, Argentina, 1946) tuvo su inicio durante la Semana Santa de Sevilla de 1922. Ya en aquella época, el valenciano estaba considerado como uno de los compositores más destacados de la música religiosa española y el gaditano reconocido como uno de los mayores maestros de la música europea del momento. Su encuentro y amistad entre Granada y Sevilla pronto se tradujo en proyectos conjuntos que culminaron con el estreno de El retablo de maese Pedro (1923) y la creación de la Orquesta Bética de Cámara (1924).

AUTOR:

JOSÉ MIGUEL BARBERÁ SOLER es un músico natural de la ciudad de Albaida (Valencia). Profesor de clarinete en la Banda Municipal de Granada desde 1986, ha venido desarrollando, en paralelo a su carrera de instrumentista, una tenaz labor de historiador, con numerosos artículos en prensa y revistas centrados en su mayoría en la música española en general y la granadina en particular. Su primer trabajo de cierta extensión fue el ensayo Eduardo Torres Pérez: Historia de su amistad con Manuel de Falla Matheu, publicado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en su número del primer semestre de 1990. Entre su producción musicológica destacan los libros publicados por la Editorial Comares en 1999 y 2020 Tomás Bretón y los Conciertos de la Alhambra: La música en el Corpus Granadino (1887-1914) y Música y músicos con Granada de fondo; Mariano Vázquez, el más destacado músico granadino del siglo XIX, ensayo incluido en el libro El asociacionismo musical en Granada (Fundación Unicaja, 2023); y Los conciertos del palacio de Carlos V. Annales (1883-1923) (Ediciones Algorfa, 2023).

Nº páginas 188