Tenía un don especial para curar males. Duendes, gnomos, elfos, enanos, e incluso animalitos acudían a él.
Bosques, huertos, montañas, playas y un simpático y alegre duendecillo llamado Javi.
Tenía un don especial para curar males.
Duendes, gnomos, elfos, enanos, e incluso animalitos acudían a él.
Yolanda Fernández
Yolanda Fernández Fernández nació en Vega de
Santa María (Ávila) pero vivió siempre en Valladolid,
en cuya Universidad estudió Derecho.
Una vez terminada esa carrera, marchó a Amsterdam
para ampliar sus conocimientos en Derecho
Internacional Público y preparar su tesis
doctoral.
Allí residió hasta mediados de los ochenta en que,
habiéndose trasladado su familia a Marbella, decidió
volver con ella y empezar a trabajar como
abogada en dicha ciudad, donde tiene su despacho
y sigue ejerciendo en la actualidad.
Habla cinco idiomas y su mayor afición es viajar.