SINOPSIS:
Conviene almidonar las derrotas con la terapia de la palabra y la hermosura de unos versos; toda ausencia es una pérdida y toda pérdida, una derrota. La derrota supone dolor y duelo que precisan combatirse con la medicación espiritual de la resiliencia. ¿Es la poesía un analgésico, una sublimación del sufrimiento? Un verso es sublime porque recoge una verdad universal en él, una revelación, un láudano de música expandida por los recovecos del alma, por los salientes de la esperanza o los ritmos de la superación con que aferrarse al presente y caminar hacia un futuro que se ahueca o se pone cuesta arriba con cada ausencia dolida. Este libro es una aproximación al entendimiento intuitivo, una apuesta de la aceptación, un bálsamo; quizás una loción hiriente y sanadora. La ausencia es herida abierta, dolor, que conviene cicatrizar con la resignación de la vida, la acotación de un tiempo, una comprensión, un canto, triste y profundo, de fe y esperanza en lo que nos va quedando. Se van los seres queridos, el amor, los paisajes, los años... ¿la vida?
La poesía nos ofrece una liberación, una verdad intrínseca que sólo a través de la belleza podemos descubrir, un hallazgo y una esperanza. También una fe, una fe elevada a través de la palabra, que no deja de ser uno de los grandes logros del ser humano; un optimismo que se modula con la vibrante magia de nuestra propia voz. Ausencia y voz, imagen y recuerdo, existencia y claridad que se renueva. Vida. Es preciso no olvidar que la vida es siempre lo que queda.
También nosotros seremos ausencia esperando que alguien nos rescate en una imagen, en unas sílabas, en un verso, en un poema. Este libro lo pretende. Salir de la oscuridad que supone el duelo, el hilo de la noche y el ovillo enredado. Ariadna se desvela. Paciencia y reflexión, caverna y luz. El lector tiene siempre la última palabra.
AUTOR:
Ha pertenecido a la «Asociación Naufragio», de Lucena y Cabra, y a la Tertulia literaria «La Colina», de Cazalla de la Sierra. Actualmente es miembro de la Asociación artístico-literaria ITIMAD, de Sevilla, y Amigos de la Biblioteca de Priego de Córdoba.